"Hace algunos años era un apasionado del deporte, miraba a los profesionales y me parecía imposible llegar ahí. Me propuse una meta, soñaba con lograrlo y nunca bajé los brazos", tiró Federico Mancinelli al diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, luego de ser campeón del Apertura 2007 con Olimpo en el Nacional B. En ese momento, estaba a un paso de jugar en Primera. Hoy lo hace. Un testimonio que enciende la ilusión de miles que viven lo mismo que le pasaba al hoy defensor de Olimpo hace tres años, cuando defendía los colores de Tiro Federal de Bahía Blanca en el Argentino C. En su club natal consiguió el título de la Liga del Sur del 2004, luego fue campeón del Argentino A con Villa Mitre y al año consiguió el bicampeonato -y el ascenso- con Olimpo. Un vedadero ganador... Y todo ocurrió en apenas tres años y medio.
Sí, así de rápido se dio todo. Hace tres años defendía los colores de Tiro Federal, el club de su barrio, y la peleaba en el siempre difícil Argentino C, donde también jugaba su hermano, Sebastián. Ya en ese momento marcaba la diferencia. Era un jugador que se adaptaba a todos los puestos del fondo, y siempre respondía con autoridad y calidad. Para colmo, contribuyó en el plano ofensivo al anotar cuatro goles para un equipo que ganó con buen margen el Grupo 5 y que luego despachó sucesivamente a Alumni de Puerto Madryn y a Independiente de Río Gallegos. Otro Independiente, en este caso el de Neuquén, le impidió seguir alimentando el sueño de pelear por un ascenso.
En Tiro Federal debutó muy joven, a los 16 años, y desde aquel momento fue inamovible en el primer equipo. En el 2004 tuvo un paso a préstamo por Rosario Puerto Belgrano de Punta Alta (13 jugados y un gol), donde jugó el Argentino B, pero pronto regresó a su casa (Rosario quiso repatriarlo en el 2005, ya jugando el Argentino A). En total, disputó 155 partidos con la camiseta del aurivioleta y anotó nada menos que 10 goles. Según cuentan, un gran pateador de penales.
Por todo esto, la gente de Villa Mitre se lo llevó en calidad de cedido por una temporada y tanta fue la confianza que brindó, que terminó siendo el jugador con más presencias del equipo campeón del Argentino A, con 32 (además, convirtió tres goles). Tan contentos quedaron con su performance que pidieron renovar el préstamo por un año más, pero nunca hubo acuerdo con Tiro. Por esos días llovían algunas ofertas, como por ejemplo Olimpo, y también de Primera, casos de Argentinos Juniors y Arsenal. Sin embargo, Fede evitó saltearse una división y optó por quedarse en su ciudad, aunque debió cruzarse de vereda.
Tal vez haya sido un acierto porque en el Aurinegro logró todo. Integró un equipazo que ganó el Apertura y el Clausura con cierta autoridad. Si bien comenzó siendo suplente, fue ocupando cada hueco que quedaba libre en la defensa, ya sea en uno de los laterales como en el centro. Tuvo un altísimo rendimiento, incluso cuando Leonardo Madelón lo imporvisó como lateral por izquierda frente a Atlético Rafaela, el día que Olimpo volvió al fútbol grande.
Sí, así de rápido se dio todo. Hace tres años defendía los colores de Tiro Federal, el club de su barrio, y la peleaba en el siempre difícil Argentino C, donde también jugaba su hermano, Sebastián. Ya en ese momento marcaba la diferencia. Era un jugador que se adaptaba a todos los puestos del fondo, y siempre respondía con autoridad y calidad. Para colmo, contribuyó en el plano ofensivo al anotar cuatro goles para un equipo que ganó con buen margen el Grupo 5 y que luego despachó sucesivamente a Alumni de Puerto Madryn y a Independiente de Río Gallegos. Otro Independiente, en este caso el de Neuquén, le impidió seguir alimentando el sueño de pelear por un ascenso.
En Tiro Federal debutó muy joven, a los 16 años, y desde aquel momento fue inamovible en el primer equipo. En el 2004 tuvo un paso a préstamo por Rosario Puerto Belgrano de Punta Alta (13 jugados y un gol), donde jugó el Argentino B, pero pronto regresó a su casa (Rosario quiso repatriarlo en el 2005, ya jugando el Argentino A). En total, disputó 155 partidos con la camiseta del aurivioleta y anotó nada menos que 10 goles. Según cuentan, un gran pateador de penales.
Por todo esto, la gente de Villa Mitre se lo llevó en calidad de cedido por una temporada y tanta fue la confianza que brindó, que terminó siendo el jugador con más presencias del equipo campeón del Argentino A, con 32 (además, convirtió tres goles). Tan contentos quedaron con su performance que pidieron renovar el préstamo por un año más, pero nunca hubo acuerdo con Tiro. Por esos días llovían algunas ofertas, como por ejemplo Olimpo, y también de Primera, casos de Argentinos Juniors y Arsenal. Sin embargo, Fede evitó saltearse una división y optó por quedarse en su ciudad, aunque debió cruzarse de vereda.
Tal vez haya sido un acierto porque en el Aurinegro logró todo. Integró un equipazo que ganó el Apertura y el Clausura con cierta autoridad. Si bien comenzó siendo suplente, fue ocupando cada hueco que quedaba libre en la defensa, ya sea en uno de los laterales como en el centro. Tuvo un altísimo rendimiento, incluso cuando Leonardo Madelón lo imporvisó como lateral por izquierda frente a Atlético Rafaela, el día que Olimpo volvió al fútbol grande.
Ya en Primera, Mancinelli fue uno de los pocos que siguieron en el club. No obstante, Guillermo Rivarola lo postergó y recién tuvo su primera vez en la categoría máxima cuando el ex DT de Racing abandonó el cargo y Gustavo Echaniz asumió a su interinato, en la victoria 3 a 1 sobre Huracán. Roberto Saporiti tomó la posta en la conducción técnica y lo mandó a la cancha más seguido.
Su carrera crece y crece, pero él no se infla. "No cambié en nada; todos saben cómo soy", aseguró Mancinelli ante la prensa local. Un ejemplo a imitar, en todo sentido.
Nombre completo: Federico Mancinelli
Fecha y lugar de nacimiento: 8 de mayo de 1982, en Bahía Blanca (Bs.As.)
Puesto: Defensor
Trayectoria: Tiro Federal (Bahía Blanca), Rosario Puerto Belgrano (Punta Alta), Villa Mitre (Bahía Blanca) y Olimpo (Bahía Blanca)
Partidos jugados y goles en Primera: nueve jugados, sin goles
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